Sukia, el grupo psicotrónico por excelencia

Usaron el nombre de una vampira para bautizar al grupo. Beck era su fan número uno. Y su líder era el el niño de Aterriza como puedas

El término psicotrónico suele aplicarse a aquellas películas de horror o fantasía hechas con un presupuesto paupérrimo y con unos planteamientos estrambóticos. Sharknado sería un perfecto ejemplo de cine psicotrónico contemporáneo, aunque hay películas de muchos géneros que se han ganado a pulso dicho calificativo. Psicotrónico es también un adjetivo que le sienta perfectamente a Sukia, un grupo de Los Ángeles que existió durante la segunda mitad de los noventa. Eran una extravagancia musical que escapaba a cualquier etiqueta posible. Su único álbum, Contacto espacial con el tercer sexo [sic], fue publicado por Mo’ Wax, el sello británico que fomentaba cualquier mutación posible de la música de baile del momento. Pero Sukia solamente se podían bailar después de haber comido hongos y antes de ver una peli de terror clasificada S de Jess Franco.

Uno de los atractivos de Sukia es su líder. Ross Harris era un actor que de niño había aparecido en diversas series. Su papel más recordado es el de Aterriza como puedas, donde interpretaba a Joey, el pasajero infantil que es invitado a conocer la cabina del avión en el que se desarrolla la trama. Una vez allí, se convierte en objeto del deseo del depravado comandante Cambion ( Peter Graves), que lo somete a un interrogatorio que hoy no superaría la censura de la corrección política, y que en su momento, de una manera irreverente, hizo visible la pederastia a través de un humor sin frenos. Cuando la discográfica que distribuía Mo’ Wax en España editó el álbum, solicité una entrevista telefónica con Harris. Fue publicada en El País de las Tentaciones en 1998. El grupo no duró demasiado. El nombre lo sacaron de un cómic italiano de terror. La protagonista era una vampira Sukia, un personaje más erótico aún que Vampirela, una super heroína que se guía por una moral postconvencional. A su lado está Gary, un vampiro gay que cuando no está combatiendo el mal está ejerciendo la promiscuidad. La canción “Gary Supermacho” está inspirada en él.